Para el siguiente reemplazo se incorporaba mi amigo Fermín, y lo que son las cosas, cuando llegaron los nuevos "bultos" a mi, que llevaba un par de meses más, me parecieron unos crios. Después de jurar, Fermín fue destinado creo recordar, a Capitanía.
Y llego el día que tuvimos que ir a tiro. Y sucedió algo que fue digno del programa de Iker Jimenez:
Corria la voz que a los mejores tiradores se les tenía preparado el destino en batería de costa. Yo la verdad que no me preocupaba demasiado (tal vez por desconocer que tipo de destino sería ese), el caso que hice lo posible por "atinar" en la diana y la sorpresa fue enorme cuando comprobando los blancos, en el mio había como 7 balazos más de los que había disparado. ¡Hubo compadres que dispararon a mi diana para evitar que fueran "escogidos"!.Imagen de la "jura"
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